miércoles, 16 de abril de 2014

Jornada de Tallers: Els Mosaics

Hui, 16 d'abril, hem tingut una jornada molt especial a l'IES Vilamarxant. Hem preparat un dia de tallers i ens ho hem passat d'allò més bé mentre apreníem a fer moltes coses... i més encara, hem tornat a comprovar que aprendre pot ser molt divertit i entretingut. 

El departament de Cultura Clàssica, juntament amb el de Tecnologia, ha preparat un taller de MOSAICS. Hem d'agrair als companys de Tecnologia la seua col·laboració en la preparació de les tessel·les i amb les aules, lloc ideal per fer un taller d'aquestes característiques. 

El taller ha començat amb una breu explicació sobre els Mosaics, amb la presentació que teniu a continuació: 
  

Després, ens hem posat mans a l'obra amb tessel·les, cola, pinzells i els signes del zodíac. Han passat pel taller dos grups de 1r ESO, un de 2n ESO i un de 4t ESO. Aquest és un resum en fotografies del procés de treball i els resultats finals. Esperem que el gaudiu tant com nosaltres ho hem fet del taller! 


viernes, 4 de abril de 2014

Crítica de "Troyanas", por una alumna de bachillerato

“Levanta del suelo tu cabeza, desdichada; eleva tu garganta, ya no existe Troya ni existimos los reyes de Troya; resígnate pues el destino es cambiable…”

Así es como comienza Eurípides a narrarnos las desventuras de las mujeres troyanas, el fatal destino que les aguarda tras la prolongada guerra.

En Las Troyanas de Eurípides encontramos el clímax de lo sucedido tras la guerra de Troya, una espiral dramática que nos conduce en diversas ocasiones a sentir la carne de gallina y a notar lágrimas en nuestros ojos.

Pero ¿Qué hace a esta tragedia tan especial?
La teoría está clara, en ella encontramos una historia triste, en la cual los personajes femeninos lamentan su suerte, pues no solo han perdido a su familia, su ciudad o a sus hijos, también perderán su honra y su libertad al ser entregadas como esclavas a los asesinos de todo lo suyo.
Pero en mi opinión, Troyanas es algo más que una simple “historia triste” pues en ella se contempla una realidad vigente (no sólo en la época clásica) en la que las mujeres eran entregadas como esclavas, vejadas, violadas y ultrajadas muchas veces en los lechos que compartían con sus difuntos maridos.
También contemplamos en esta tragedia la resignación de estas mujeres ante el cruento destino que se les antepone, que se limitan a aceptar de buenas o de malas su sorteo o las normas que los griegos les imponen, intentando ofrecer un modelo de conducta con la esperanza de recibir algo de piedad.
Es destacable de la  misma forma, la diferenciación de las mujeres troyanas con Helena, la cual al verse acusada por Hécuba trata de engatusar a Menelao para que éste le perdone la vida, juzgando a Paris por lo hecho, ¿Qué trataba de decirnos el autor con esto? ¿Era una lección sobre el error que conlleva dejarse llevar por las pasiones?

Impresionantes son, del mismo modo, las figuras de Hécuba y Andrómaca, ya que ambas sufren un destino semejante, pierden a sus maridos y a sus hijos y son arrastradas hacia un destino funesto, rompiendo con sus gritos desgarradores los muros de dolor que se formaban alrededor de las troyanas.

Otra figura destacable es la de Casandra, pues a esta joven con la capacidad de adivinación nadie la escucha. Ella misma nos predice las cosas que sucederán, aunque realmente ya han sucedido, lo que es un gran recurso por parte del autor, ya que nos hace sentirnos parte de la obra sin la necesidad de crear un personaje con el que sentirnos reflejados.

Concluyendo, podríamos decir que Las Troyanas es una obra maestra del teatro clásico, pues contiene no sólo una historia del pasado, sino que a su vez también ocupa el presente y el futuro, una obra atemporal con una profundidad emocional impresionante y un vivo retrato de la lucha interior que supone enfrentarse al destino o dejar que éste tome las riendas de nuestra vida.

Alba Vaca (2º Bachillerato)

martes, 1 de abril de 2014

Troyanas

File:Leighton Captive Andromache.jpg
SEMICORO A.- ¡Oh Telamón, rey de Salamina, criadora de abejas! Habitaste la mansión de la isla totalmente rodeada de olas, inclinada hacia las colinas sagradas, en donde la diosa Atenea mostró por primera vez el cultivo del verde olivo, celestial corona y adorno de la resplandeciente Atenas. Tú viniste, viniste uniéndote a Hércules para destruir la ciudad de Troya, nuestra en otro tiempo, cuando saliste de la Hélade. 

SEMICORO B.- Cuando condujo la flor de la Hélade, enojado a causa de unos caballos. Su remo surcador del mar lo detuvo en el río Simois de hermosa corriente; amarró la popa de la nave en la orilla, sacó el arco certero, muerte para Laomedonte; después de destruir las construcciones de madera hechas por Apolo, con un torbellino de rojo fuego arrasó las tierras de Troya. Por dos veces y en dos asaltos distintos la lanza sangrienta destruyó las murallas dardanias. 

SEMICORO A.- En vano, avanzando suavemente con las ánforas de oro, oh hijo de Laomedonte, tienes la ocupación de llenar las copas de Zeus, esclavitud la más hermosa. La tierra que te alimentó es arrasada por el fuego. Las orillas del mar chillan como el pájaro por sus polluelos, unas a sus esposos, otras a sus hijos, otras a sus madres ancianas. Tus baños lustrales y las carreras del gimnasio están lejos; tú alimentas tu joven rostro de belleza serena, junto al altra de Zeus. Y la espada helena acaba de destruir la ciudad de Príamo. 

SEMICORO B.- Amor, amor que en otro tiempo encumbraste Troya concertando un pacto con los dioses. Pues ya no diré la vergüenza de Zeus. 

CORO.- Hoy, la luz de blancas alas, grata a los mortales, vio destruida nuestra tierra, vio la ruina de Pérgamo, teniendo en su lecho al padre creador de esta tierra, al cual una cuadriga de astros se lo llevó después de arrebatarlo en un carro de oro, gran esperanza para su tierra. 

Los placeres para los dioses
han desaparecido de Troya. 

Troyanas, Eurípides
(Trad. F. Aparicio Liseda)