viernes, 4 de abril de 2014

Crítica de "Troyanas", por una alumna de bachillerato

“Levanta del suelo tu cabeza, desdichada; eleva tu garganta, ya no existe Troya ni existimos los reyes de Troya; resígnate pues el destino es cambiable…”

Así es como comienza Eurípides a narrarnos las desventuras de las mujeres troyanas, el fatal destino que les aguarda tras la prolongada guerra.

En Las Troyanas de Eurípides encontramos el clímax de lo sucedido tras la guerra de Troya, una espiral dramática que nos conduce en diversas ocasiones a sentir la carne de gallina y a notar lágrimas en nuestros ojos.

Pero ¿Qué hace a esta tragedia tan especial?
La teoría está clara, en ella encontramos una historia triste, en la cual los personajes femeninos lamentan su suerte, pues no solo han perdido a su familia, su ciudad o a sus hijos, también perderán su honra y su libertad al ser entregadas como esclavas a los asesinos de todo lo suyo.
Pero en mi opinión, Troyanas es algo más que una simple “historia triste” pues en ella se contempla una realidad vigente (no sólo en la época clásica) en la que las mujeres eran entregadas como esclavas, vejadas, violadas y ultrajadas muchas veces en los lechos que compartían con sus difuntos maridos.
También contemplamos en esta tragedia la resignación de estas mujeres ante el cruento destino que se les antepone, que se limitan a aceptar de buenas o de malas su sorteo o las normas que los griegos les imponen, intentando ofrecer un modelo de conducta con la esperanza de recibir algo de piedad.
Es destacable de la  misma forma, la diferenciación de las mujeres troyanas con Helena, la cual al verse acusada por Hécuba trata de engatusar a Menelao para que éste le perdone la vida, juzgando a Paris por lo hecho, ¿Qué trataba de decirnos el autor con esto? ¿Era una lección sobre el error que conlleva dejarse llevar por las pasiones?

Impresionantes son, del mismo modo, las figuras de Hécuba y Andrómaca, ya que ambas sufren un destino semejante, pierden a sus maridos y a sus hijos y son arrastradas hacia un destino funesto, rompiendo con sus gritos desgarradores los muros de dolor que se formaban alrededor de las troyanas.

Otra figura destacable es la de Casandra, pues a esta joven con la capacidad de adivinación nadie la escucha. Ella misma nos predice las cosas que sucederán, aunque realmente ya han sucedido, lo que es un gran recurso por parte del autor, ya que nos hace sentirnos parte de la obra sin la necesidad de crear un personaje con el que sentirnos reflejados.

Concluyendo, podríamos decir que Las Troyanas es una obra maestra del teatro clásico, pues contiene no sólo una historia del pasado, sino que a su vez también ocupa el presente y el futuro, una obra atemporal con una profundidad emocional impresionante y un vivo retrato de la lucha interior que supone enfrentarse al destino o dejar que éste tome las riendas de nuestra vida.

Alba Vaca (2º Bachillerato)

12 comentarios:

  1. Plas, plas, plas,.....Felicita a Alba de la meva part.

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  2. Saludos: (comentario dividido en dos partes por exceso de extensión)

    Yo mantengo una cierta discordia con este comentario. A continuación expongo mi conclusión mediante estos puntos:

    1. Si se cuenta como primer párrafo la frase que da introducción al comentario de Alba, el tercer párrafo advierte de una poderosa incongruencia. Dice pues: ''el clímax de lo sucedido tras la guerra de Troya''. La guerra de Troya posee sus propias etapas diferenciadas, lo que quiere decir que, como en todas las guerras, también incluye un clímax, si bien gusta denominar así al momento cúlmine de la contienda, por un motivo u otro. Se comprende entonces que la guerra, como sujeto activo, posea un momento cúlmine, o clímax. Sin embargo, no es correcta la palabra ''clímax'' para esta ocasión, pues en el escrito de Alba ya no se habla de la guerra que se está llevando a cabo sino del período de posguerra. En tal caso, sería recomendable sustituir la oración.

    2. También estoy en desacuerdo con el lenguaje formal/informal que emplea la alumna. Realiza una combinación un tanto burda de ambos, que además da cabida a oraciones que realmente no tienen raciocinio ninguno. Por ejemplo, ''sentir la carne de gallina'' no es posible. Lo correcto es ''poner/se la piel de gallina''. ''Carne'' no es lo mismo que ''piel''. La piel, o dermis, recubre la ''carne''. La carne, por otro lado, sería un amasijo conformado por los músculos, órganos y huesos. De todos modos, dicha palabra no tiene un buen uso en un comentario critico como este, y queda bastante tosca. Así, hay otras muchas palabras, oraciones... que no guardan un estricto rigor lingüístico y/o semántico.

    3. Las mujeres no gozan de ''libertad'' en la época de la obra (ni cuando es concebida ni en el momento histórico al que se refiere). Por tanto, es mejor eliminar esa palabra y dejar sólo ''honra''. También deben conocerse muy bien los esquemas sociales de la época para poder determinar qué pierden y que no pierden las mujeres, así como qué tipo de valores o educación poseen.

    4. ''Historia triste'' aparece en dos ocasiones en el comentario. Depende de quien lea el relato, la narración puede interpretarse como ''triste'' o como no. En mi opinión es una palabra demasiado general. Sustituirla por ''tragedia'' u ''obra trágica'' es mucho más preciso y ventajoso para la calidad del trabajo.

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  3. (*Continuación del anterior comentario)

    5. Tanto aqueos como troyanos son griegos (realmente en la época de la guerra no se puede utilizar ''griego'', pues es época minoica / micénica). De todas formas, las mujeres de los troyanos no pueden ser maltratadas por los ''griegos''. Utilizar la palabra ''aqueo'', o bien, ''herederos de Agamenón'' no da lugar a este falso social.
    6. También muestro mi queja ante el empleo del término ''época clásica'' por dos motivos. La guerra de Troya se acontece alrededor del siglo XIII a.C. Y la época clásica se da mucho después (siglo V a.C.). Por otro lado, tampoco es correcto el término ''época clásica'' ya que muestra una realidad incompleta. ''Época clásica'' la hay tanto en Grecia como en Roma. No está de más concretar, o bien utilizar ''Antigua Grecia'' o ''Grecia Clásica'', que son dos términos igualmente válidos y cargados de más rigor.
    7. ''Concluyendo, podríamos decir que Las Troyanas es una obra maestra del teatro clásico, pues contiene no sólo una historia del pasado...'' En realidad no es correcto decir ''historia del pasado'', ya que el pasado es siempre historia, pues ''historia'' significa ''investigar''. Investigar viene de la raíz indoeuropea ''-weid'', que traducida al español sería algo así como ''ver, observar''. Explicando la etimología de la palabra historia también corrijo lo que Alba dice a continuación: ''sino que a su vez también ocupa el presente y el futuro.'' No se puede ''ver'' el futuro, así que no existe una historia del futuro. Tampoco existe una historia del presente: sólo una historia del pasado más reciente. El pasado se ''ve'' (se estudia) a través de la historia. La misma, entonces, no es parte del pasado, sino algo superior que, me reitero, lo ''investiga''. Para corregir ''historia del pasado'' es conveniente utilizar ''pasaje, momento, instante... del pasado''. Las Troyanas narra un hecho. La historia lo abarca todo si no se concreta.
    8. Finalmente, la escasez de comas en puntos estratégicos del texto, así como la falta de algunos acentos y de calidad narrativa es otra de mis protestas. Insisto en que la autora debería haberse centrado más.

    Firmado: Andrea de Bodelón Botas.

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  4. Estimada Andrea,

    Agradezco tu atención al blog y el tiempo que has dedicado en leer la crítica de Alba. Sin embargo, lamento que hayas realizado una crítica tan dura, y básicamente de contenido lingüístico, puesto que Alba sólo tiene 17 años y ha realizado un estupendo trabajo de lectura y reflexión sobre la tragedia, así como un gran esfuerzo para redactar la reseña. Que una alumna de su edad lea una tragedia griega y le llegue lo suficiente como para decidir escribir el texto que has leído, no sólo es encomiable, sino que nos debe hacer sentir orgullosos y nuestros esfuerzos deberían ir no tanto a criticarla, sino a animarla a continuar escribiendo y leyendo a los clásicos, puesto que sólo así logrará una formación completa y la práctica necesaria para pulir sus composiciones.

    Sin embargo, estoy segura de que Alba tomará buena nota de tus apreciaciones para mejorar su estilo en el futuro.

    Atentamente,

    Amparo Gasent

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    1. Saludos Amparo,

      Yo estoy de acuerdo en que la alumna lea obras de la Antigüedad, pero considero que no es correcto para la edad que tiene. Si todavía es difícil comprender un escrito contemporáneo, imagínese una obra clásica (aunque esté traducida). Para su nivel educativo no me parece bien.

      La joven, en cualquier caso, ya que se esmeró en leer Las Troyanas, podría haberse esforzado más en redactar una buena crítica, donde se preocupe más en profundidad por cuestiones tales como el estilo narrativo, recursos estilísticos, psicología de los personajes, ambientación, etc. Lo dicho, con todo lo que le habrá supuesto leer la obra al completo, el resultado del comentario podría ser mejor, es decir, más elaborado.

      De todos modos, mi mayor queja es el incorrecto empleo de la lengua y la terminología que hace. Con ello realiza, aunque sea sin querer, un falso histórico que perjudica, por desgracia, a la calidad del contenido del comentario, y no sólo a la forma expresiva. Por eso debería tener más cuidado si, en el futuro, se la tiene que valorar rigurosamente.

      Firmado: Andrea Bodelón Botas

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    2. Por cierto, Amparo, voy a aprovechar que usted es docente, aunque sea de lenguas clásicas, para darle otro consejo más a Alba, que no va solamente dirigido a que mejore su forma al escribir.

      Sería útil para ella, con el propósito de no caer en el falso histórico reiterante, que estudie asignaturas de modalidad de Bachillerato tales como Historia del Arte o Literatura Universal (eso si ya ha llegado a su último curso), o bien (aunque en mi opinión menos efectivo) optativas como Historia de la Música.

      Las dos primeras, especialmente, podrían otorgarle a la alumna ese rigor histórico que le falta, y sobre todo le ayudarían a periodizar la historia, lo cual es muy importante en todas las ciencias. Las propongo porque en ellas es imprescindible el estudio del contexto histórico. Si Alba lograse entender cómo se distribuyen los hechos históricos podría evitar el mal uso de muchos términos empleados, y sabría moverse de manera cronológico-temporal por cualquier manifestación artística, como lo es la literatura.

      Si la alumna acaba mostrando desinterés por la historia (o por las asignaturas que yo recomiendo), porque tal vez prefiera centrarse solamente en las lenguas puras, es recomendable que, al menos, adquiera un par de manuales de historia universal general con el objetivo de que los utilice para ordenar los acontecimientos de las obras que lee, tanto en su contexto argumentativo como artístico e incluso histórico.

      Estoy segura de que, con ello, los comentarios que realice serán bastante más virtuosos. Aun así, me reafirmo en que el hecho de que alumnos tan jóvenes lean por completo obras clásicas no es la mejor opción, pues Alba, desgraciadamente, ha demostrado que no puede moverse bien en la historia y la cultura. Y aunque sí sepa decirnos ''más o menos'' de qué se está hablando, necesita de la comprensión de un marco más amplio.

      En cualquier caso, la calidad expresiva debe mejorarla mediante la lectura habitual, recomiendo que de obras o manuales más sencillos, y siempre con un diccionario que le permita buscar el significado de las palabras que no entienda y que además le proporcione conocimientos ajenos, pero que tienen que ver con la palabra.

      Firmado: Andrea de Bodelón Botas

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  5. Mi más sincera reverencia, está claro que cuando los genios hablan no deben ser cuestionados. No se preocupe, la alumna tomará nota de todo.
    Aunque en los tiempos que corren, en vez de realizar críticas ""constructivas"" a alumnos que expresan su opinión y se nutren del conocimiento de la antigüedad debería usted quizá comentar la generalísima cadencia de cultura que nuestro amado país posee.

    Considero también que es conveniente que sepa que aquí nuestra profesora no nos ha impuesto en ningún momento bajo pena capital que nos leamos tales obras, sino que hemos aceptado de buen grado hacerlo, y considere también que de no ser por Amparo Gasent, probablemente yo no estaría escribiendo, ni siquiera valoraría opiniones porque no habría nada sobre lo que opinar.

    Y le ruego también que no dude de mi capacidad de comprensión. No todos nacemos siendo unos expertos lingüistas.
    Igualmente, le aseguro que estudiaré detenidamente todo en lo que usted ha malgastado su valioso tiempo en corregir, porque en mi opinión, de eso se trata al fin y al cabo, de asimilar las críticas, aprender y llegar a ser algún día lo que de verdad deseo ser.
    Muchas gracias por su comentario, me ha resultado de gran ayuda.

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    1. Saludos ''Ismere'':

      Yo muy bien me supongo que su profesora en ningún momento la ha obligado a leer Las Troyanas, pero lo más seguro es que se lo ha recomendado, y no es la clase de obra con la que le diría a un alumno que se empezara a deleitar a través de los clásicos griegos.

      Existen obras más sencillas, por ejemplo las que se ubican en un mismo marco histórico (como la de Aristófanes, Lisístrata) y con las que seguramente usted habría conseguido una mejor comprensión de la Historia, que es uno de los fallos más poderosos en su crítica. Es una obra bastante atractiva, ya que también ilustra con fidelidad el pensamiento de las mujeres de la época (aunque teñido de gran comicidad, también hay que tenerlo muy en cuenta). Es otra de las cosas que le ayudarán a comprender la sociedad griega y cómo se establece. No obstante, recalco que la importancia de esta obra, para mi gusto, reside en que es representada a la par que el hecho histórico, es decir, la guerra entre Atenas y Esparta. Además es contada con la gracia e incluso sátira particular de Aristófanes: viva imagen de su presente.
      El mayor problema de Las Troyanas es que no ha podido ubicarla bien en su cronología, pues el relato en sí contado es más antiguo que la obra, y la ha llevado a errar. Ya verá como si estudia alguna de las asignaturas que le recomendé, o si se compra algunos libros de Historia Universal, entenderá mejor como se periodiza la Antigua Grecia. Después de éso tendrá más facilidad a la hora de entender los textos que se le pongan.

      En cuanto a la calidad de su expresión, yo he visto sobre todo fallos en el lenguaje, que supongo que con la lectura habitual y mediante diccionarios acabará corrigiendo, aunque debe esmerarse y como en todo, ser muy paciente. Créame que no es una estupidez tener siempre un diccionario a mano. Normalmente a los alumnos más mayores no se les comenta, pero los diccionarios tanto manuales como online aportan una gran cantidad de información que, sin duda, mejora la calidad de cualquier relato, ya no sólo por la comprensión de las palabras, sino por el conocimiento de su clase, sinónimos, antónimos... Es muy efectivo, ya lo verá si aún no lo ha puesto en práctica. No se ofenda, sin embargo. A su edad, y por lo visto, simplemente le digo lo que es recomendable hacer para mejorar.

      Por otro lado, no creo ''Ismere'' que merezca la pena ''teclear'' sobre algo que no se produce. Malamente se puede criticar a una persona que ni se molesta en escribir y/o leer. Al que nada hace, nada se le puede evaluar.
      En mi tiempo libre, cuando no estoy impartiendo clases, sí me gusta dejarme caer por algunos blogs de este tipo, intentando hacer ver a los alumnos los errores que cometen. ¿De forma muy detallada? Puede que sí, pero sólo con buenas instrucciones se entiende y se aprende.

      De todos modos, ''Ismere'', me alegro de que no te hayas tomado mal la crítica, pues criticar no tiene porqué ser malo; es sólo una clasificación que yo realizo de su trabajo. Simplemente me alegra observar que, a través de ésto, podrá perfeccionar su técnica y comprensión de cara al futuro.

      Firmado: Andrea de Bodelón Botas

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    2. Estimada Andrea:

      Al igual que usted, me dedico a impartir clases y comparto su inclinación por manejar el idioma con la precisión de un bisturí de cirujano. Por ello, espero que no se ofenda si procedo a señalar unos cuantos errores en la redacción de su anterior comentario. Supongo que una persona que reconoce dedicar parte de su tiempo libre a recorrer blogs ajenos en busca de errores cometidos por alumnos de instituto, perdonará y comprenderá mi atrevimiento.

      En primer lugar, el verbo "suponer", con el significado de "dar por sentado o existente algo", no exige complemento indirecto, por lo que en lugar de "*Yo muy bien me supongo que su profesora en ningún momento la ha obligado a leer Las Troyanas (...)", debería haber escrito "Yo muy bien supongo". Sí sería correcto el uso del pronombre o de un complemento indirecto cuando el verbo "suponer" significa "traer consigo o comportar" (v.g. "Ayudar a la gente no me supone ningún esfuerzo").
      En segundo lugar, existen varios errores imperdonables de acentuación. Debería haber puesto tilde en el “cómo” de "*como se periodiza la Antigua Grecia", pues se trata de un pronombre interrogativo. También demuestra no estar familiarizada con la acentuación de los pronombres demostrativos, pues escribe con tilde tanto *éso como *ésto.
      Siendo tan asidua usuaria de manuales y diccionarios tanto online como en papel, creo que sería muy constructivo para usted consultar la nueva Ortografía de la lengua española, publicada en 2010, donde podrá disipar cualquier tipo de duda acerca de mis puntualizaciones, además de otras cuestiones interesantísimas, como por ejemplo, que ya no debe escribirse con tilde el adverbio "solo".
      Sin más, me despido de usted recordándole una máxima pedagógica básica, y es que debemos predicar con el ejemplo. No es profesional exigir rigor y perfección a nuestros alumnos y, al mismo tiempo, incurrir en un error tras otro.

      Atentamente,

      Enrique Tarazón

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    3. Saludos Enrique Tarazón,

      Con la gran molestia que está reflejando en su comentario, parece que le he criticado a usted.
      Efectivamente sí es cierto que, cuando puedo, me gusta poder corregir a alumnos que, desgraciadamente, se equivocan, y si lo hacen será por algo. Es posible que no sólo sea culpa de la alumna. Tal vez ella no posea una buena base. En otras materias, como Lengua y Matemáticas, la mala formación previa del alumnado suele venir del colegio. Desconozco su caso, pero en muchas ocasiones los docentes tienen que ver.

      De todos modos, simplemente le digo que se preocupen por enseñar bien a Alba.
      Yo ya he procurado determinar todos los errores que ha demostrado la alumna en su relato. Mi objetivo es que ella mejore si sus profesores no han sabido ver sus fallos a tiempo. Y estoy segura de que mejorará a partir de ahora si es lo que pretende. Uno de sus profesores es usted, y usted es quien le debería de enseñar Lengua en el caso de haberse especializado en eso. Lea la crítica de Alba y descubra los errores que tiene, y ayúdela a evitarlos. En cuanto a las cuestiones históricas, dudo mucho que tenga nada que decir. Ya es penoso que personas foráneas deban echarles una mano a los jóvenes que ni siquiera instruyen. Usted parece haberse ofendido, sin embargo ella ha demostrado más mesura.

      P.D: Fuera de esta cuestión, finalizo diciendo que me gustaría que intentasen reparar este blog, ya que, sobre todo utilizando el navegador Google Chrome, ''salta'' un error en la ejecución del JavaScript relacionado con un archivo .dll. Es posible que esté infectado o mal configurado. Normalmente, el añadir adware a la página puede tener que ver y, en definitiva, ser perjudicial.

      Firmado: Andrea de Bodelón Botas







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    4. Andrea de Bodelón (espero no sea un pseudónimo) tampoco anda muy bien en el uso de comas y de tiempos verbales y creo, por el uso de algunas frases neuróticas,anda por la edad de más de cuarentaisiete años.

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  6. Em sembla que "tallar les ales" a una xiqueta de 17 anys amb ganes d'aprendre i de millorar no és la millor manera de fer crítica. Tots hem tingut aquesta edat, no? que no la recordem? que no recordem les limitacions que teníem llavors? que no hem anat aprenent al llarg del temps? O és que als 17 anys ja ho sabíem tot?
    Alba, endavant i continua amb les teves inquietuds literàries, que escrivint, (i equivocant-se, no oblidem que de les errades s'aprèn), és com es millora.

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