domingo, 2 de octubre de 2011

Un cor grec

Fa una estona estava llegint un llibre que vaig comprar este estiu després d'un dinar amb alumnes (millor dit, ex-alumnes) i he pensat que ja és hora de fer este bloc un poc més participatiu. 

A més del material de classe, vull anar deixant altres coses que, relacionades o no amb el món clàssic, em criden l'atenció. I a vosaltres també, clar. Si voleu fer cap aportació podeu fer-ho als comentaris o enviant-me per correu el text i jo publicaré una entrada al vostre nom. 

Doncs bé, estava llegint Un Cor Grec i he trobat este fragment: "Per als qui llegim, no és fàcil mantenir un model de biblioteca personal, perquè els gustos varien amb el temps. No es pot prescindir de diccionaris ni d'obres bàsiques. Cal disposar els poetes-tenebra tots junts: Celan, Mandelstam, Trankl; (...). Llibres dels quals no ens podem separar físicament com si fossin la nostra bomba d'oxigen. Però, a la vegada, han de ser objectes desordenats pels processos anímics que ens els han fet arribar. Cada lloc en el món respon a un moment, a una curiositat d'una època. La biblioteca és circular, no en el sentit material de la Montaigne, sinó en el nostre cap. Es perden els llibres, com qui perd un anell preuat; es retroben, s'abandonen o se'n van."

Què penseu? Com organitzeu les vostres biblioteques? Quins són els llibres que, "com una bomba d'oxigen" necessiteu tenir a prop? Els qui em conegueu una mica, ja sabeu els meus. Ara la paraula la teniu vosaltres... 

3 comentarios:

  1. Bueno, realmente era necesaria ya dejar una huella por este microespacio y recordar qué es lo que confluye en él: el amor por el/un mundo, por la/una lengua, por la/una literatura...En concreto, el mundo, la lengua y la literatura griega. En general:los mundos, las lenguas, las literaturas...Porque, aunque hagamos distinciones y delimitaciones para hacernos más fácil nuestra distribución mental de la información, todo es un perpetuo juego de intercambios, influencias y distancias que se acortan o se dilatan según circunstancias de muy diversos tipos...¡Vaya! Parece que con esa parrafada no he dicho nada, pero sí, sí que quería decir algo.
    ¿Cómo se organiza una biblioteca? Hago mío el problema que se plantea en ese extracto. Las lecturas son una parte de nuestro crecimiento, de nuestra transformación, y como tal, otorgarles un lugar fijo es complicado...tanto en el espacio físico como en la lista de prioridades,valoraciones y gustos. Precisamente lo ¿interesante? ¿hermoso? aunque también angustioso de la literatura -y de cualquier arte- es que una obra no provoca la misma impresión en una edad que en otra, en un momento u otro...Realizamos interpretaciones, percibimos sensaciones distintas de una misma lectura conforme vamos llenando y vaciando la maleta, y en realidad eso es fantástico (y clásico: ya Heráclito nos advirtió que πάντα ρεῖ, y el ansia de inmutabilidad platónica no nos sirve en estos casos).
    En el plano físico y tangible, mi biblioteca es un desastre. Los libros circulan entre manos ajenas, entre mochilas, bolsos,y cuando tienen la (mala o buena) suerte de volver al estante, han cambiado de lugar y quedan despojados del criterio clasificatorio del que un día gozaron.
    Y hablando ya de lo más complicado, de los libros en sí, de los que nos marcan, de los que necesitamos...¡Qué decir! La antigüedad clásica (sobre todo, griega), y con los siglos XVIII, XIX y XX (bueno, y XXI). Algunos autores: Safo, Homero, Sófocles. Shakespeare, Larra, Kafka, los malditos, Celan, los del 27, el realismo mágico de García Márquez, Rulfo y Cortázar, la poesía del siglo XX (por ejemplo la sudamericana: Huidobro, Girondo, Neruda, Mistral, Benedetti, Pizarnik, Pizarnik, Pizarnik...). Y, por qué no: también forman parte de mí todos los autores a los que no he leido todavía, los que no conozco, aquellos de los que siempre digo "he de leer esto" o "he de leer aquello" y, por alguna o ninguna razón, no lo haces [hasta que...]. Y la fantasía, claro: Tolkien, Ende [redescubierto ¿gracias a quién? ;)], y, por qué no decirlo, también Rowling o incluso libros demonizados por la crítica literaria, con razón quizá, pero libros que, en cualquier caso, devoras.
    Y, si nos vamos a títulos...No seré muy novedosa."La metamorfosis", "Edipo rey", "Luces de Bohemia", "La casa de Bernarda Alba", los poemarios de Alejandra Pizarnik...
    En fin, estas selecciones siempre son un acto de cercenar..Probablemente otro día hubiera dicho otros distintos, pero escribir esto es volver a lo que ya dice el fragmento que nos has citado: que somos mortales, que pertenecemos al tiempo y que nosotros también tenemos estaciones.

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  2. Y,como siempre, alguna errata, marca de una reescritura: sobra un "con" en "con los siglos XVIII...".
    Y, de nuevo esa repetida sensación de: ¡ya se me ha olvidado este libro, este escritor!
    Pero, en vez de hacerlos constar aquí, me los guardo, para nuevos comentarios, para otro día, para otra entrada, para otro διάλογος...

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  3. Ay, cómo te echaba de menos. Ahora, debo decir que me parece increíble no leer "Antígona" en tu lista, ¡después de todas las horas que le dedicamos! (¿O tal vez por eso? Me lo tendré que hacer mirar)

    Encantada de leerte, ya tenemos media deuda saldada, ahora nos falta la otra media (la mejor parte), pero ya sabes, "esa es otra historia y será contada en otra ocasión".

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